Hemos elegido la entrevista que nuestra compañera Pilar le realizó a su abuelo de 86 años.
ENTREVISTA SOBRE JUEGOS.
En 1932 nació Antonio Mosquera Mora. Es el mediano de tres hermanos, él es el segundo gemelo con el pequeño de los hermanos. Su nieta Pili hoy nos cuenta una entrevista sobre la infancia de Antonio. Venía de una familia pobre y quedó huérfano de padre a los dos años.
-PILI: ¿Cómo te llamas?
-ANTONIO: Antonio Mosquera Mora
-PII: ¿Qué relación te une conmigo?
- ANTONIO: Abuelo
-PILI: ¿En qué año naciste?
- ANTONIO: 1932 (Tiene 86 años)
-PILI: ¿A qué jugabas de chico? ¿y dónde?
- ANTONIO: Jugaba en el campo amarillo que le llamaban, enfrente de la Caleta, que ahora se llama Paco Alba.
Antiguamente eso era un terreno de arena que jugaban los chiquillos a la pelota…allí jugábamos todos a la
pelota y al trompo. El trompo era, que hacíamos una redondea en la arena y en el medio un boquetito y
metíamos una moneda, y jugábamos a sacar la moneda, el que la sacaba pues se la llevaba.
Y el que no la sacaba y se quedaba el trompo dentro pues esperaba, si se paraba dentro pues el que ha puesto
la moneda se quedaba el trompo o tenía que darle la moneda que estaba puesta al chiquillo.
-PILI: Claro, si por ejemplo, pone el trompo uno y tú lo quitas, te quedas tú con la moneda de él, ¿no?
- ANTONIO: No, el trompo se lo queda el que ha puesto la moneda. Si yo he puesto la moneda y el otro tira,
y se queda el trompo dentro bailando pues otro compañero de él puede coger y tirarle al trompo, y si lo saca
le tiene quedar y si no lo saca no le tiene que dar. También jugábamos a las bolas que se le llamaba.
-PILI: ¿Lo que ahora se llama canicas?
- ANTONIO: Ahora la llaman las canicas, entonces antiguamente las bolas eran de barro y de mármol, la que
tu tiraba que jugaba eran de mármol y las otras de barro, hechas de barro.
-PILI: ¿Y con las de barro que hacías?, nada ¿no?
- ANTONIO: no aguantaba, o de ladrillo, muchas clases de bolas había antiguamente, no como las de hoy.
Y entonces, eso hacia un hoyo, uno se plantaba, tú desde el hoyo tiraba si le daba, pues te quedaba con la bola
de los otros. Y cuando tu no quería pues te la ponía detrás de una piedrecita para que no te diera,
entonces el otro tiraba para otro lado, hasta que le podías dar entonces hacías “pom” y le daba a la bola,
y te quedaba con ella también. También he jugado mucho al esconder, se escondía todos e ibas corriendo…
-PILI: Pero eso, ¿en la calle?
- ANTONIO: Claro, eso en la calle en la calle, todo esos juegos son de la calle. En casa de eso nada, en la calle.
Entonces tu ibas por las casapuertas, por todos sitios buscando, cuando lo cogía pues entonces esa se quedaba
y tu jugaba y te escondías. ¿Te das cuenta? Y así… También jugábamos a mangüiti toca las palmas, eso se
ponía contra la pared agachado así, 3 o 4 y saltaba encima y te ponía agarrado al otro, éramos cuatro pa
cuatro, entonces los cuatro teníamos que saltar. Si se rendía otra vez se tenían que poner y sino pues nos
poníamos nosotros.
-PILI: Eso que era ¿a los seis años?
- ANTONIO: Noo, más grande, eso tenía ya 15, era mayorcito. De chiquitito no. Éramos medio chavalillo ya.
-PILI: Y de chico chico, ¿no jugabais a nada?
- ANTONIO: Que va, como no fuera que tuviera en casa algo, porque con el hambre que pasábamos, mi madre
no tenía para ponerme juguetes, los juguetes antiguamente eran de madera y de cartón. Yo reyes de chico,
no sé si he tenido o no he tenido, yo ni me acuerdo de haber tenido reyes. Ya cuando yo me casé es cuando le
puse reyes a mis niños.
-PILI: ¿Y la ropa que llevabais, cómo era?
- ANTONIO: La ropa vieja!...la ropa….vieja…y la misma, a lavarla y esperar que se seque, entonces en aquella
época…la ropa, no tenía ropa. Cuando llegaba diremos el Corpus era cuando estrenaba, afuu, e iba tu…
que era el rey, pero sino…el ropa un pantalón mismo un mono de peto algo así y a la calle.
-PILI: ¿De pantalón corto el mono?
- ANTONIO: Cuando era niño corto, los monos eran ya mayorcitos. Pantalón corto y un jerseisito como el de la
película del ruiseñor.
-PILI: ¿Y con los calcetines largos?
- ANTONIO: ¿Calcetines?, pa calcetines no había.
-PILI: ¿Sin calcetines?
- ANTONIO: Claaro…. Y las alpargatas de cáñamo o de goma por la goma por abajo, con los deos por fuera…
en aquella época no había dinero, no había na.
- ANTONIO: Bueno y también cuando chico, mi madre me llevaba al colegio y yo hacía robona.
-PILI: ¿Por qué?
- ANTONIO: Porque yo me iba a cazar pájaros, al campo las balas o sino al parque y entonces en aquella época
el guarda no dejaba cazar pájaros y yo cogía a escondías del guarda y ponía la trampa en los jardínes y me iba
pa la calle y a la hora entraba y cogía en las trampas los pájaros que había, y un día el guarda salió corriendo
detrás mia, y yo corriendo y el guarda : que te voy a coger, como te coja verá, me decía…jajaja.
-PILI: Pero los pájaros estaban vivos cuando los cogías, ¿no?
- ANTONIO: Claro, vivo o muerto, lo mismo daba. Los que estaban muertos para comerlos, y el vivo pues se lo
cambiaba a los chiquillos del colegio por pan, porque yo comía en el comedor del colegio en aquella época,
como hacía robona pues no me dejaban entrar a comer en el comedor.
-PILI: Claro, no ibas a clase, y para comer pues no te dejaban.
- ANTONIO: Claro, entonces pues lo que hacía que el pájaro se lo cambiaba a los chiquillos por pan, los
chiquillos sacaban el pan y yo le daba el pájaro. Digo, y eso es lo que hacía, yo como iba a entrar para comer
pues me decía la maestra: tu donde va. Y digo: a comer. Y dice: ¿a comer?, ¡¿y porque no has venido al
colegio?!; y ya me dice: anda, vete vete.
-PILI: ¿Y tu madre sabía que no ibas al colegio?
- ANTONIO: Que va, mi madre estaba trabajando. A mi hermano lo dejaba yo en el colegio y yo me iba.
Mi hermano se quería venir conmigo, y yo le decía: no no, tú entra pa dentro que yo entro ahora.
Y yo lo que hacía que cuando entraba él pues me iba. Y mi madre cuando iba a los tres meses, me llevaba al
colegio y le decía el maestro: pero si su hijo lleva 3 meses que no viene. Y dice: pues castígalo usted.
Total que el tío me puso en un rincón en la clase con los libros así en la mano, y a la hora del recreo se fueron
al recreo todos los niños y me cerró la puerta, y cogí yo, abrí la ventana de arriba y por la reja me escapé.
Y ya no fui.
-PILI: Y otra vez hasta los 3 meses, ¿no?
- ANTONIO: ahí está. A los 3 otra vez mi madre me llevó. Y le dice el maestro a mi madre: mire usted,
llévese usted a su hijo, porque su hijo ya, es que no sé qué hacer, se ha escapado hasta por las ventanas.
Y ya mi madre me quitó y me puso a trabajar en una lechería, repartiendo leche por las casas.
-PILI: Entonces eso con qué edad fue, ¿con 10 años más o menos?
- ANTONIO: Eso con 10 o 12 años tendría.
- ANTONIO: También jugábamos con las niñas por las tardes, jugábamos al contra, las niñas contra los niños,
corriendo por las manzanas, hasta que cogían a todos los niños. Y entonces ya se iban las niñas,
y las cogíamos nosotros.
Y así jugábamos.
-PILI: Entonces si jugabais en la calle, ¿no había tanto peligro como ahora?
- ANTONIO: Que va!, pasaba un carro de higo a breva. Los guardias eran más eso que ahora, pero si hacía daño
, pero si tu estabas jugando a eso no pasaba nada, lo que no dejaba era jugar a la pelota en la calle.
Como estuviera jugando a la pelota y viera a un guardia, nos íbamos corriendo a la azotea con la pelota,
y el guardia subía alomejor, pero de azotea en azotea te pasaba a la otra casa y te bajaba por la otra casa.
Y el guardia si subía no te cogía jajaja
-PILI: ¿Y vuestros padres no os decían nada por saltar pos las azoteas?
- ANTONIO: Que va a decirte, al revés, como te coja y te multe.
-PILI: Que miedo, y si te cae de azotea en azotea que.
- ANTONIO: No!, si eso era bajo.
Editado por: Carmen Quintero
Intergeneracional
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