En educación infantil, es clave que el niño sea el principal eje para el desarrollo de este mismo. Pero para que el niño adquiera los conocimientos necesarios debe tener un contexto enriquecedor, que le ayude a tener un aprendizaje significativo. El afecto en esta etapa es muy importante ya que sin este el niño no se sentiría seguro para realizar actividades de forma autónoma. Gracias a la autonomía los niños pueden ir desarrollando el juego simbólico y con ello la imaginación, la creatividad, etc. Nosotras como futuras docentes debemos conocer a cada uno de los alumnos y alumnas, brindarles el amor y el apoyo necesario para que sean capaces de enfrentarse a nuevos retos, juegos y actividades, siendo conscientes de que el error no es un fallo, si no nuevos aprendizajes a los que enfrentarse.
Por tanto, nosotras vamos a centrar nuestra atención en el NIÑO, en el CONTEXTO y en el AMOR.
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